viernes, 18 de noviembre de 2011

Carta a Esperanza Aguirre

Cuando era pequeña, todos los veranos, en los alrededores de A Coruña, se vivía un curioso ritual en los recorridos que se preveía que“su excelencia el generalísimo” iba a realizar desde Meirás: se asfaltaban las carreteras, se obligaba a los vecinos a pintar sus fachadas y, lo más curioso, se pintaban de blanco los troncos de los árboles. Un año, por un precipitado cambio de planes tuvieron que traer obreros, maquinaria y pintores de todas partes que se pasaron toda una noche trabajando a destajo asfaltando y pintando árboles de blanco en el nuevo trayecto que iba a realizar al día siguiente el dictador.

Señora Aguirre: yo, profesora interina, en mi segundo año sin trabajo, con muchos compañeros en la misma situación, que veo a mis exalumnos sin orientadores, sin desdobles, sin…, cada vez que la escucho afirmar con rotundidad que en la Enseñanza Pública madrileña no ha habido recortes, y dando por supuesto que ni miente, ni es un caso extremado de cinismo, quiero creer que le están haciendo vivir una situación similar a la del “caudillo”; así que, por el bien de la Educación, le pido que despiste a sus colaboradores y antes de que le pinten los árboles, visite por sorpresa un centro público, hable con profesores y alumnos, vea las listas de interinos y opine entonces.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Un luthier no es un seguidor de Lutero

El título puede parecer un chiste malo para cualquier profesional, pero es una corrección que deben hacer habitualmente los profesores de Música de 2º de ESO en los exámenes de sus alumnos. Aclaraciones similares realiza a diario el propietario del nuevo negocio que ha abierto sus puertas en Lavapiés, Alfonso Madueño Brizuela, ya que el vocablo francés sobre la puerta: Luthier, no aclara demasiado sobre su profesión a la mayoría de los vecinos de la calle Cabestreros donde se asienta. De nada serviría que hubiese eliminado la “h” para adaptar la palabra a la grafía castellana como ha hecho la RAE; en España, pocos que no posean un instrumento de cuerda conocen el nombre del que los construye o repara.

Aunque en castellano existía para denominarlo el término “violero” (como existe “organero”, “guitarrero”, para los constructores de esos instrumentos) en el siglo XIX fue sustituido por el vocablo francés, que se impuso en nuestro país al igual que en todo el mundo occidental como prueba de que, en el campo de la música, la globalización es muy anterior a nuestra época. Actualmente algunos artesanos se reivindican como “violeros” para recalcar el carácter tradicional de su oficio, algo poco práctico a la hora de conseguir clientela, considerando la enorme cantidad de músicos extranjeros que llenan nuestras orquestas.

Defensor a ultranza de los oficios tradicionales, Madueño se resiste al uso de las nuevas tecnologías, de hecho no tiene ni siquiera página web, pero esto no es lo habitual. Otro luthier, Xoan Manuel Tubío, constructor de zanfoñas en Outeiro de Rei (Lugo) lo explica: “el proceso es completamente artesanal, pero el diseño de los planos lo hago con autocad y desde luego utilizo programas de ordenador para todo el proceso contable y administrativo y tengo mi página web como un escaparate para dar a conocer todo lo que hago fuera de Galicia, algo imprescindible en el mundo informatizado actual”. Pese a que algunos artesanos utilizan ya aparatos de corte láser o de control numérico, ambos se muestran contrarios a su uso y opinan que desvirtúan la sonoridad de los instrumentos.

El profesor de viola del Conservatorio profesional Joaquín Turina de esta capital, Ignacio González de la Cuesta, explica que la relación del músico con el luthier, además de como proveedor de instrumentos y asesor, es similar a la que tiene con su médico: “acudes a él cuando tienes problemas de cualquier tipo, desencoladuras, fisuras, en caso de accidentes…”. Y añade: “aunque no todos lo hacemos, es conveniente llevarles el instrumento una vez al año para hacer una limpieza a fondo que elimine toda la suciedad (los restos de la resina que utilizamos para el arco, huellas de dedos, humo del tabaco, etc). También para restaurar el desgaste en las zonas de mayor contacto con la mano y el cuello, como son el mástil y los aros, que debe hacerse antes de que desaparezca el barniz, ya que, en caso contrario, el sudor de la piel será absorbido por la madera dejando en ella una mancha muy difícil de eliminar”.

Y finaliza citando al grupo argentino Les Luthiers que han creado los instrumentos más imaginativos e hilarantes de la historia de la música, desde el latín o violín de lata, al nomeolbidet, pasando por el yerbomatófano d’amore, entre otros muchos.

jueves, 6 de octubre de 2011

LIBERTÉ, EGALITÉ, FRATERNITÉ (malgré Sarkozy) Traballo de Historia

La historia humana oscila como un péndulo: a la acción sigue siempre una reacción; todo avance va seguido de un retroceso; a una época de excesos sucede una de contención (y viceversa). A la solidez del Románico sigue la ligereza del Gótico, al que sucede el equilibrio del Renacimiento, sustituido por la teatralidad barroca, abolida por el orden del Clasicismo…

Ningún fenómeno surge de la nada, todos son fruto de un largo proceso que, en algunos casos, si el encargado de conducir la nave a puerto es un inepto, como ocurría en la Francia de finales del XVIII con el monarca que ostentaba el poder absoluto: Luis XVI, puede desembocar en una explosión sangrienta, tras la cual, todo vuelve a su cauce, con algunas concesiones acordes al espíritu de la época y un nuevo timonel dirigiendo la nave.

Con este largo preámbulo y con la necesaria acotación de que prácticamente cualquier comentario sobre la época va a referirse inevitable y exclusivamente a la mitad de la población, puesto que, a pesar de todos los ideales revolucionarios de libertad e igualdad, las mujeres van a continuar sin derechos hasta el siglo XX: de hecho, en el Código Napoleónico de 1804, base e inspiración de la mayoría de sistemas jurídicos europeos, no sólo se les siguió negando el derecho al voto, sino que se definía el hogar como “el ámbito exclusivo de la actividad femenina”. Con esta introducción, pues, no pretendo relativizar la importancia de la Revolución que transformó a Francia en una república y la dotó de un régimen semi-democrático, sino señalar que la “Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano” que ha servido de modelo para tantas constituciones y declaraciones posteriores no dejaba de ser una copia de la Declaración de Independencia de EEUU; que el modelo de otorgar el voto a los que pagaran impuestos, está más relacionado con el auge de la burguesía que con el ideario revolucionario; que las mejoras sociales van más unidas asimismo a la Revolución industrial que se estaba produciendo en Inglaterra; y que, aunque es verdad que el miedo a revoluciones semejantes obligó a otros monarcas a tomar medidas aperturistas, lo cierto es que las ideas de la Ilustración que se extendían por Europa, lo hubieran hecho igualmente.

Por tanto, y para finalizar, ¿qué aporta a nuestra época la Revolución francesa? Básicamente un ideal romántico, en el que, olvidado el horror de la guillotina (que fue por cierto, un invento humanitario para evitar dolor inútil a los reos), un mundo justo entone la Marsellesa, unido bajo la vieja trinidad de la libertad, igualdad y fraternidad; un ideal que el presidente francés parece haber olvidado.

viernes, 10 de junio de 2011

Sic semper tyrannis (traballo de Historia)

Sic Semper tyrannis, “así siempre a los tiranos” con esta frase con la que, supuestamente, Bruto increpó a su padre adoptivo, Julio César, mientras lo apuñalaba y el asesino de Lincoln a éste después de dispararle, ambos señalaban el trato que debía darse al tirano, es decir, al que, según el diccionario de la Real academia “obtiene contra derecho el gobierno de un Estado, especialmente si lo rige sin justicia y a medida de su voluntad”.

Grandes pensadores como Platón, San Isidoro de Sevilla o Santo Tomás de Aquino; cuerpos legislativos y declaraciones de derechos, como la Declaración de Independencia de los EE UU, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la Declaración Universal de Derechos Humanos o el Concilio Vaticano II han reconocido explícita o implícitamente el derecho de los pueblos a defenderse contra la tiranía y la injusticia, a rebelarse y resistir frente a gobernantes cuyo poder tuviera origen ilegítimo o que, habiendo tenido origen democrático, hubiera perdido su legitimidad por los abusos cometidos durante su ejercicio.

Pero este derecho, que amplía a la colectividad el derecho individual a la legítima defensa, se ve irónicamente sujeto a un requisito indispensable: conseguir derrocar al tirano. La diferencia entre un resultado u otro es abismal: pasar de la fosa común al panteón de hombres ilustres; del anonimato al callejero; del exilio y la muerte a los puestos de gobierno; de la calificación de terroristas y asesinos a la de mártires y luchadores por la libertad; de los tribunales penales a los de concesión de honores; del ostracismo al reconocimiento internacional…

La historia la escriben los vencedores y sólo a ellos se les reconoce, retroactivamente, el derecho a rebelarse contra sus dirigentes con o sin ayuda externa y se les exime de la necesidad de proporcionalidad y racionalidad en los medios empleados y de provocación previa suficiente.

¿El rostro del Che Guevara colgaría de tantas paredes o adornaría tantas camisetas si la revolución de los barbudos no hubiese conseguido salir de Sierra Maestra? ¿Si no hubiese vencido a la Guardia Nacional de Somoza, el Frente Sandinista sería una alternativa de poder o un grupo terrorista más? Y si en España los sublevados no hubiesen alcanzado sus objetivos contra el Gobierno legítimo de la República ¿habrían sido condenados por sedición y traición o se les habría reconocido el derecho a rebelarse contra un régimen que creían injusto?

Lo mismo podemos decir de las intervenciones de países extranjeros:

¿Qué habría pasado con el piloto del bombardero Enola Gay que dejó caer la primera bomba atómica sobre Hiroshima, con el presidente Truman que dio la orden de lanzarla y que también ordenó la segunda sobre Nagasaki dos días después de que Japón pidiese la negociación de un armisticio, con Churchill que ordenó los “ataques del terror” que hicieron desaparecer ciudades enteras de Alemania bombardeándolas con ingenios incendiarios, o con las tropas soviéticas que violaron a miles de mujeres alemanas y austriacas si hubiesen triunfado las fuerzas del Eje?

Si los aliados no hubiesen vencido ¿habría bastado como justificación en su “juicio de Nüremberg” correspondiente el derecho a defenderse de la invasión y de la persecución de sus ciudadanos? ¿Se hubiesen considerado proporcionados los medios, especialmente las bombas atómicas? ¿Cuáles hubiesen sido consideradas las provocaciones previas desencadenantes de la guerra: las invasiones alemanas o el Tratado de Versalles y las condiciones abusivas que imponía a Alemania?

El análisis de la historia no deja duda sobre la respuesta a estas preguntas: en una mayoría abrumadora de casos, el derecho y la diplomacia internacional justificarán y reconocerán al gobernante, al movimiento o al país que, al final del proceso, estén en el poder, por muy delictivo que haya sido o sea su comportamiento. Básicamente porque los tribunales internacionales no tienen capacidad para llevar a juicio ni para imponer un castigo a un Estado soberano, si éste no se lo permite.

Los dictadores, sea cual sea su forma de acceso al poder, tienden a eternizarse en él, siempre que sus pueblos no superen un límite de desesperación o alcancen un punto en el que ya no tengan nada que perder. Un alto porcentaje de la sociedad suele tener un nivel bajo de ideologización y es gente, como decía la canción “muy obediente… que sólo quiere vivir su vida… en paz”.

Ante la dicotomía “morir de pie” o “vivir de rodillas” que propuso Emiliano Zapata y popularizó la Pasionaria en la Guerra Civil española, la mayoría de la población de cualquier país, elegirá vivir de rodillas mientras tenga aseguradas mínimamente sus necesidades básicas alimenticias, laborales, de seguridad… Y por muy deleznable o injusto que pueda parecer el régimen en cuestión, nadie tiene derecho a exigir otro tipo de comportamiento aunque, por supuesto, sean más dignos de respeto y admiración los que día a día se juegan vida y libertad luchando por conseguir instaurar un régimen democrático.

En cuanto a la posibilidad de una intervención extranjera, sólo debería ser lícita si fuese solicitada por el pueblo sojuzgado, algo que, evidentemente, nunca ocurriría si éste apoyara la dictadura; con un control riguroso de la ONU y con la mínima injerencia posible. Tenemos demasiado presentes la criminal invasión de Irak, que con el supuesto objetivo de acabar con el tirano ha causado ya más de un millón de muertos; o los bombardeos de la OTAN en Yugoslavia, que provocaron la muerte o el exilio de cientos de miles de serbios, gitanos y personas de otros grupos étnicos y cuyos responsables directos o indirectos jamás se sentarán ante los jueces.

jueves, 26 de mayo de 2011

El movimiento 15 M (carta enviada a los periódicos)

Frente a la ilusión colectiva que produjo en una gran parte de la ciudadanía el estallido popular del 15 M, los que hoy pasan por Sol, tienen la impresión de que la acampada se ha convertido en un objetivo en sí mismo: los participantes parecen más ocupados en demostrar su capacidad de organización, de convivir pacíficamente, de organizar actividades culturales paralelas (todo muy loable, pero que ya habíamos visto que se podía hacer en La Tabacalera, la Escalera Karacola o el Festival de Ortigueira, por poner algún ejemplo) que en conseguir que los partidos en el poder (que por cierto, parecen no haberse dado cuenta de que miles de personas han estado paseándose por las calles de toda España protestando por su gestión) realicen algún cambio real en sus políticas.

El funcionamiento asambleario, sin jerarquías es complicado pero posible; pero lo que es absolutamente utópico es pretender tomar decisiones en un grupo tan heterogéneo por unanimidad o mayoría absoluta, o intentar perseguir un cambio radical en la sociedad sin ir fijando objetivos específicos por los que luchar.

lunes, 23 de mayo de 2011

¿Cómo ganar unas elecciones?

- Recaudación express estilo Gallardón para financiar la campaña (en abril, 6 multas de la policía municipal: dos por aparcar en plaza de minusválido, algo para lo que tengo placa; dos por entrar en zona de prioridad residencial, para lo que tengo autorización; y dos por circular a 74 por hora donde estaba señalizado a 70).

- Aparición masiva de los candidatos en los medios, el motivo es lo menos importante (condena por acoso sexual, el ex alcalde del PP de Ponferrada; procesos por corrupción en los casos Gurtel, Brugal, Palma Arena…, Camps y demás compañeros de partido).

- Aplicación literal de los principios de la propaganda de Goebbels, especialmente del que afirma que “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.

- Recogida de los votantes en las zonas rurales con autobuses, taxis y coches particulares para trasladarlos a los lugares de votación, previa entrega del sobre cerrado y en algunos casos de un billete de curso legal.

- Cuando el candidato ya tiene cargo político, reparto en los mítines de subvenciones, fajo de billetes en mano (consultar con el señor Baltar, presidente de honor del PP y de la Diputación de Ourense).

Y una vez en el cargo: señora Aguirre, ya tiene cuatro años más para seguir desmantelando el sistema público de enseñanza y sanidad.

domingo, 8 de mayo de 2011

Los zurdos y las cuotas del señor Marías (Carta al dominical de El País)

Los invidentes, los tartamudos, los parapléjicos y los sordos, entre otros, tienen que sobrevivir en sociedades que no prevén sus carencias. Los zurdos también deben adaptarse a vivir en un mundo diseñado para diestros, pero al contrario que los demás, no son discriminados cuando buscan trabajo; nada les impide acceder incluso a presidir gobiernos, de hecho, como el mismo señor Marías señala en su escrito, cuatro de los siete últimos presidentes de Estados Unidos lo eran. Entre los “siniestros” encontramos a grandes deportistas, a científicos que de vez en cuando publican estudios sobre la mayor inteligencia y creatividad de este colectivo e incluso al autor del artículo que, aprovechando el (bien ganado) privilegio de su tribuna en el dominical, utiliza la excusa de la no tan silenciosa resignación de los zurdos, para lanzar una más de sus pullas contra las cuotas.

El señor Marías debería preguntarse cuántas mujeres hay en la Real Academia, cuántas en puestos directivos en la empresa privada o en la Universidad y el porqué de estas cifras. Si estadísticamente los coeficientes intelectuales y el nivel de formación de la población masculina y femenina son similares ¿no estaremos instalados en un sistema de cuotas encubierto, en el que los puestos directivos se conceden por el único mérito añadido de pertenecer al cupo masculino (zurdo o diestro), que en algunos casos ronda el 100%, independientemente de la mayor o menor capacidad del sujeto?

viernes, 6 de mayo de 2011

Bildu, el triunfo de la razón (carta a El País y La Vanguardia)

Un país democrático no puede permitirse mantener fuera de las instituciones a un grupo político con el apoyo social que tiene la coalición Bildu, teniendo en cuenta además que a ella pertenecen partidos legales de irreprochable trayectoria.
Un país democrático no puede permitirse ir modificando las leyes a medida que los “presuntos delincuentes” van cumpliendo los requisitos que se les exigen; ni retirar a un grupo de ciudadanos su derecho a la presunción de inocencia; ni juzgar colectivamente a tanta gente sin establecer si existen grados de responsabilidad…
Por el bien de la salud democrática de nuestro país, entre otras cosas, bienvenido sea el triunfo de la razón en la sentencia del Tribunal Constitucional.

martes, 12 de abril de 2011

Todo tiene un precio

El agua y los alimentos son imprescindibles para vivir pero nadie se plantea recibirlos sin pagar por ellos. Todos encontramos lógico que abogados, fontaneros, arquitectos, albañiles, agricultores, etc., cobren por su trabajo y no se nos ocurriría que nadie realizase esas tareas gratuitamente de forma habitual.

Sin embargo, cuando nos referimos a cualquier ámbito de la cultura, a pesar de que, aunque nos duela, muchos (demasiados) han demostrado que es un lujo sin el que es factible vivir, parece existir un consenso general en que el acceso debe ser libre, lo que, lógicamente implica que sus trabajadores: escritores, cantantes, actores, músicos, pintores, periodistas, bailarines, recibirían como única remuneración el aplauso y la “gloria”. Y no es que no haya mucha gente dispuesta a trabajar “por amor al arte”, las emisoras de radio, los periódicos, los coros…, de provincias están llenas de artistas frustrados: amas de casa, trabajadores de banca, funcionarios…, incapaces de comprender que están quitándole a alguien su puesto de trabajo y negándose a sí mismos la posibilidad de dedicarse profesionalmente a la afición que tanto les satisface.

La prensa es una industria cultural con costes especialmente altos, sobre todo si se busca producir información propia de calidad, algo que, desde luego, no es posible sin periodistas que ejerzan en condiciones laborales dignas. Hasta ahora, los periódicos en Internet se han mantenido gracias a la publicidad y a las ediciones en papel de sus cabeceras; pero la crisis ha hecho descender los ingresos por ambos conceptos, obligando a replantear su gratuidad. Ya se están experimentando métodos de pago y es lógico, así que, aunque no nos guste, preparemos la cartera.

lunes, 11 de abril de 2011

A la caza del becario

Unidad Editorial (grupo de comunicación propietario de medios como El Mundo, Marca y Expansión) despide a 164 periodistas y trabajadores veteranos mediante un expediente de regulación de empleo (ERE) para posteriormente prorrogar ilegalmente los “sub-contratos” de casi 90 becarios “sin ninguna experiencia profesional” en las distintas redacciones del grupo. El Comité de empresa de El País denuncia en su blog despidos masivos y contratos precarios en su grupo editorial…

El “fenómeno” de los becarios y de los contratos de prácticas no es reciente, ni exclusivo de los medios de comunicación: un estudio del Ministerio de Trabajo de 2006 ya cifraba en unos 150.000 los titulados universitarios que se encontraban realizando prácticas en empresas y Administración pública, trabajando sin contrato. Y con la coartada de la crisis, la situación ha empeorado, el número de puestos de trabajo cubiertos por becarios se ha multiplicado. La ausencia de control de la inspección laboral propiciada tanto por los Gobiernos del PP como por los del PSOE ha agravado los efectos de la situación.

La presión por lograr beneficios y la búsqueda de rentabilidad han conducido a una política de reducción de gastos que, entre otras cosas, ha llevado a hacer recortes en las redacciones y a sustituir a periodistas veteranos por trabajadores con contrato temporal y becarios. Independientemente de medidas más generales, es imprescindible limitar la autorización de los contratos de prácticas a los meses de verano, en los que la Universidad está cerrada; establecer porcentajes máximos de becarios en cada medio y exigir el correcto funcionamiento de la inspección laboral.

sábado, 9 de abril de 2011

Carta enviada (y no publicada) a Público y La Vanguardia


Lo que no aparece en los medios no existe. Así, para los ciudadanos de la mayor parte de España, el 27 de enero los gallegos no hicieron huelga general  y para los que ayer no vieron el minuto escaso que le dedicó la televisión pública o para los que hoy no leyeron el corto aparecido en las páginas de ¡Economía! de uno de los periódicos estatales, los miles de manifestantes de los sindicatos ELA, CIG, LAB, STEE-EILAS, CSC, IC, HIRU y EHNE que desde Galicia, Euskadi, Catalunya y Canarias se desplazaron en autobuses hasta la capital del Estado para protestar “contra el castigo permanente a la sociedad que suponen las nuevas reformas y políticas públicas propuestas por el Ejecutivo y manifestar su rechazo a la reforma de la negociación colectiva que facilitará a las empresas el recorte de los derechos de los trabajadores”, no han sido más que una ilusión óptica (y acústica, porque además de los gritos, no pararon de sonar las gaitas) de los que pasaban por la Castellana ayer por la mañana. Luego, eso sí, los profesionales de la tertulia podrán seguir diciendo que en esté país no hay protesta social porque todos los parados están en la economía sumergida y a los sindicatos los subvenciona el Gobierno.

martes, 5 de abril de 2011

A veces, ni siquiera las víctimas conocen la verdad


Hace tiempo que muchos tienen la certeza de que sólo se sabe lo que los que están al mando quieren que se sepa (aunque Internet esté poniendo algo más difícil mantener secretos); que según qué medio la cuente, la verdad tiene un tono más o menos amarillo y se escora un poco hacia un lado o hacia otro (no demasiado, no vaya a ser que se turbe la paz social) y que, en caso de catástrofes, ante las necesidades políticas del Gobierno de turno, los criterios técnicos de protección de la población o del medio ambiente siempre van a ocupar un lugar secundario.

Si en circunstancias normales es difícil encontrar información de calidad, veraz, independiente y contrastada, cuando la situación es extrema, la tarea pasa a ser casi imposible, ya que, en esos casos, habitualmente oscila entre la tendencia de la mayoría de los medios a recrearse en los aspectos morbosos de los sucesos y la censura ejercida por el Gobierno cuando toma el control de la comunicación.

El ejemplo más reciente lo hemos visto con lo ocurrido con el Tsunami japonés y el accidente que provocó en una de las centrales nucleares de ese país: mientras las autoridades europeas hablaban de “apocalipsis” y de catástrofe ecológica y comenzaban a tomar medidas para congelar sus programas nucleares y las grandes cadenas de supermercados se apresuraban a poner rótulos en los envases de “sushi” garantizando que ninguno de sus componentes procedía de Japón; el gobierno nipón, supuestamente para no asustar a la población, ocultaba y manipulaba los datos de las fugas radiactivas, hasta el punto de que numerosos comentaristas españoles llegaron a acusar de alarmismo infundado a los medios occidentales que las denunciaban.

domingo, 27 de marzo de 2011

Nucleares, no en mi tierra, no en mi mundo


La energía nuclear es objetivamente peligrosa y así lo atestiguan los resultados de un gran número de accidentes en centrales de Japón, EE UU, Europa…, entre ellos los de la explosión del cuarto reactor de la planta de Chernóbil, con seis millones de afectados en Ucrania, Bielorrusia y Rusia.
No es limpia, porque aunque las centrales contribuyan a reducir las emisiones de dióxido de carbono, generan una gran cantidad de residuos radiactivos muy peligrosos y difíciles de gestionar, ya que no se pueden destruir ni reciclar y aunque existen métodos de almacenamiento seguros, no ofrecen las suficientes garantías dada la gran longevidad de estos desechos.
Es, en contra de lo que dice la propaganda del lobby nuclear, definitivamente cara, porque aunque sea rentable desde el punto de vista del combustible consumido respecto a la energía obtenida, no lo es una vez que incluimos en el precio final los gastos de gestión, transporte y almacenamiento de los residuos radiactivos y los costes de la construcción, mantenimiento y seguridad (son objeto potencial de ataques terroristas) de las plantas nucleares, teniendo en cuenta además que, por ejemplo en España, su vida útil se reduce a 40 años. 

Se trata, a pesar de lo que suelen afirmar los dirigentes políticos de las zonas donde se pretende construir una central, la fuente de energía que menos empleo genera por unidad de energía producida y, al depender su producción del uranio, que es además un recurso limitado, origina, como los combustibles fósiles, dependencia de los países productores.
Puesto que muchas plantas se encuentran en zonas costeras, ¿porqué los que defienden esta alternativa no construyen sus casas de verano en el entorno de alguna central nuclear como argumento definitivo?
           

miércoles, 9 de marzo de 2011

El sistema de cuotas‏

La Comisión Europea se ha dado cuenta, por fin, de que sólo un 3% de las grandes empresas europeas están dirigidas por mujeres y de que además, éstas sólo ocupan el 12% de los puestos de los consejos de administración. Ayer, con motivo del Día de la Mujer Trabajadora, ha instado al sector privado (el Parlamento Europeo ha hecho lo propio con los Estados miembros) a introducir medidas efectivas: “cuotas”, para resolver el problema.

Inmediatamente han surgido las voces escandalizadas de los profesionales de la tertulia que argumentan, entre otras cosas que es humillante obtener un puesto por formar parte de una cuota, obviando que, puesto que las mujeres suponen el 51% de la población y está estadísticamente comprobado que tanto entre hombres como entre mujeres, una abrumadora mayoría poseen una inteligencia media, un pequeño número de personas tienen un alto coeficiente intelectual, y un número igualmente pequeño se encuentran por debajo de la media; el de ahora es un claro sistema de cuotas encubierto, en el que los puestos directivos se conceden por el único mérito añadido de pertenecer al 97% de la cuota masculina, independientemente de la mayor o menor capacidad del sujeto.

Pero que a alguien le den un trabajo sólo por ser hombre, aunque sea un inútil, no debe ser tan humillante, al fin y al cabo, la cuota es mucho mayor...

miércoles, 2 de marzo de 2011

El derecho a conocer la verdad

Los actos con que se ha conmemorado el 30 aniversario del supuesto intento de golpe del 23F han servido para, en contra de las afirmaciones del rey a su llegada al Congreso de los Diputados: "se conoce toda la verdad" sobre lo sucedido y "si no, se la inventan por ahí", recordarnos que, en realidad, nunca hemos sabido nada. Y hay que reconocer que, hasta los que dudan por sistema de las teorías conspiratorias, tienen que optar por las versiones que asocian el asesinato de Carrero Blanco y el intento de golpe con la búsqueda de un determinado modelo de Estado alejado de extremismos de uno u otro signo, aunque sólo sea por la cantidad de incógnitas sin resolver que ha dejado un proceso que sólo ha encausado a un pequeño grupo de cabezas de turco, que no ha investigado la trama civil, que no ha buscado conexiones en la clase política, que no ha explicado suficientemente la tardanza del rey en condenar la rebelión (a pesar de que su experiencia familiar debería haberle evitado cualquier tipo de vacilación al respecto: su abuelo, Alfonso XIII y su cuñado, Constantino de Grecia, perdieron la corona por su apoyo a golpes militares).  

Porque, después de más de treinta años de Constitución democrática, de gobiernos de distinto signo, de haber sido promesa electoral del PSOE en 2004 y 2008 y de haberse discutido en 2010 un descafeinado anteproyecto de Ley de Transparencia y Acceso de los Ciudadanos a la Información Pública que mantenía el hermetismo sobre seguridad, defensa y política exterior, seguimos sin legislación que permita a los ciudadanos ejercer ese derecho. Así que, mientras que no nos permitan leer lo que ocurrió de verdad tendremos que seguir dando crédito a lo que “inventan por ahí”,

lunes, 21 de febrero de 2011

Intentando entender (II)


¿Qué lecciones de democracia puede recibir la juventud de Euskadi que ve como contraviniendo el art. 20.1.d) CE, un juez puede clausurar cautelarmente durante más de un año un periódico y una emisora de radio, asfixiándolos económicamente y obligándolos a cerrar? ¿Que la Ley Antiterrorista permite entrar en un domicilio sin autorización judicial o mantener incomunicado y sin asistencia de abogado a un “retenido”? ¿Que cuando un menor de cualquier otro lugar de España quema un contenedor o un cajero es condenado a una pena menor como autor de una falta, mientras que uno vasco, por el mismo acto, puede ser juzgado por la Audiencia Nacional por kale borroka y condenado a penas de hasta 18 años de prisión? ¿Que se puede crear una nueva Ley de Partidos, diseñada para ilegalizar partidos abertzales exigiéndoles requisitos que no se piden a ninguna otra formación nacional sea de la ideología que sea? 

Ahora se presenta Sortu, un nuevo partido que en sus estatutos “rechaza toda forma de violencia” y, ante el clamor en contra de los supuestos partidos demócratas, la Fiscalía ha pedido al Tribunal Supremo que prohíba su inscripción en el registro de partidos políticos por entender que es afín a HB. Mientras tanto y sin que nadie cuestione su legalidad, concurrirán a las elecciones partidos racistas, negacionistas del holocausto y el propio partido mayoritario de la oposición, en cuyas filas militan antiguos altos cargos de la dictadura, que jamás la han condenado, ni han pedido perdón por sus crímenes puesto que, como afirmó uno de sus dirigentes: “durante el franquismo se vivió una situación de extraordinaria placidez”, refiriéndose sin duda a la placidez de las tumbas, cuyos ocupantes, es cierto, ya no necesitan disculpas.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Intentando entender (I)

Si el tirano no hubiese muerto en la cama, si la transición no hubiese dado carpetazo a cuarenta años de dictadura con una Ley de Amnistía que cerraba en falso la herida de la guerra y la posguerra permitiendo que la podredumbre siguiese creciendo en su interior, probablemente los que habían tenido el coraje de jugarse la vida enfrentándose al régimen, incluso aquellos cuyos métodos nos parecen hoy reprobables, hubieran sido condecorados como luchadores por la libertad y su trayectoria posterior hubiese sido muy diferente.
La esperanza alimentada durante cuarenta años murió por decreto a cambio de una pseudo-democracia que mantenía en el poder a los de siempre, que no depuraba a los torturadores, que dejaba en la calle a los asesinos del régimen, que no devolvía lo expoliado ni reparaba el honor, ni compensaba los años perdidos de las víctimas. Durante años, además, continuaron las detenciones, los atentados contra los derechos fundamentales y los asesinatos de manifestantes, obreros y estudiantes por fuerzas del orden y bandas de ultraderecha que campaban a sus anchas protegidas por las autoridades.
Y si la transición no fue total,  tampoco el abandono de las armas. E incluso para gente que reprobaba la violencia, parecía “casi” fácil asumir los atentados contra los criminales a los que nadie más parecía dispuesto a castigar. Pero el tiempo pasó y comenzó a haber “daños colaterales”: chóferes, escoltas, transeúntes, vecinos, por los que nadie pedía disculpas y los “castigados” empezaron a ser otros: extremeños, gallegos, andaluces, cuyo único delito había sido nacer en tierras sin pan y tener que buscarse la vida en el trabajo y el lugar que nadie quería, y ahí ya nadie pudo entender.

martes, 8 de febrero de 2011

Cuentos de hadas


            El 25 de abril de 1974, mientras sufrían los últimos estertores de la dictadura, los españoles volvieron a creer en los cuentos de hadas cuando vieron que en los fusiles portugueses crecían los claveles y que el sonido de una canción era capaz de unir a todo un pueblo contra la tiranía. Pero los claveles se secaron en los cañones de las armas, las urnas devolvieron el poder a los de siempre, los latifundios que la reforma agraria había repartido entre los campesinos volvieron a sus antiguos dueños, la banca y las grandes empresas que habían sido nacionalizadas fueron reprivatizadas y las nuevas generaciones decidieron que “Grándola” no se podía bailar.

            Aquí no hubo cuentos cuando el “ogro” murió tal como había vivido: matando, porque la gente tenía el suficiente miedo como para beberse su champan en susurros y dejar los sueños para más adelante. Pero muchos volvieron a creer en ellos el 28 de octubre de 1982, cuando el PSOE ganó las elecciones y los antiguos republicanos y los viejos socialistas se echaron a la calle llorando, porque por fin habían finalizado los años oscuros. Aunque pronto descubrieran hasta qué punto se podían traicionar las siglas por las que tanta gente había dado vida y libertad y volvieran a llorar, pero esta vez de pena.

            Después de los años transcurridos, de que los ciudadanos de este país hayan comprobado por sí mismos que los cuentos de hadas sólo existen si has nacido príncipe, otra vez pretenden que creamos en ellos: que creamos que todas las dictaduras árabes, aplaudidas y sostenidas por occidente van a caer, sus pueblos van a liberarse de sus yugos y van a hacerse cargo de la explotación de sus recursos. Dentro de un tiempo, diremos el colorín colorado y el cuento se habrá acabado, eso sí, habrá sido muy hermoso durante el tiempo que haya durado. 
 

miércoles, 2 de febrero de 2011

Los traductores del Senado


           En una prestigiosa Universidad madrileña los apuntes que la profesora reparte a los alumnos de uno de los Grados de Bolonia afirman que el gallego es un dialecto del castellano!!!! Muchos teléfonos móviles no tienen la opción para ser configurados en gallego o vasco, tampoco la tiene este servidor. 

          Como en un mundo al revés, mientras en Galicia es completamente imposible para un gallego-parlante vivir en su lengua: ni la Administración, ni la prensa, ni el cine, entre otras muchas cosas, se lo permiten; un gran número de medios de comunicación nacionales siguen sembrando la falsa idea de que en las Comunidades bilingües el castellano es perseguido y está en riesgo de desaparición.

         Tengo la inmensa suerte de haber nacido con dos idiomas y de poder acceder a lo que escribieron Cervantes y García Márquez, Cunqueiro y (con un poco de esfuerzo adicional) Pessoa, en sus lenguas sin necesidad de estudiarlas, y quiero que mis descendientes también puedan hacerlo. Para ello, la que corre peligro, el gallego, necesita medidas de protección, aunque sean tan simbólicas como los traductores del Senado. Los que se escandalizan por el gasto del 1% de su presupuesto en esta iniciativa, deberían plantearse para qué sirve el otro 99%.

martes, 1 de febrero de 2011

Lo dicen los diarios


            Es probable que, con la política, el periodismo sea hoy en día una de las profesiones más desprestigiadas socialmente pero, paradójicamente, la prensa, los medios de comunicación en general siguen manteniendo la credibilidad y el extraordinario poder del que siempre han gozado, inversamente proporcional, como es lógico, a la formación de los receptores de las noticias.
            Eduardo Galeano cuenta en "El libro de los abrazos" el caso real de una ciega de Montevideo que, después de ser violada y torturada durante un mes por la policía, confesó con todo lujo de detalles (que incluían objetos, escenario, ropa) el asesinato de dos mujeres,  Sus vecinos, que la conocían y la querían, estaban convencidos de que era culpable “porque lo dicen los diarios”, cuando alguien les repuso: “pero los diarios mienten”, contestaron: “es que también lo dice la radio. ¡Y la tele!
            Podría parecer una situación extraña, propia de países no democráticos, pero recientemente en España, hemos vivido casos en los que los medios han crucificado sin pruebas a personas que finalmente resultaron ser inocentes, recordemos al acusado en Canarias por la muerte de la hija de su pareja, fallecida por un error médico tras caer de un columpio o al detenido en Murcia por la agresión al consejero de Cultura de la Comunidad, que no fue reconocido por el agredido y del que se demostró posteriormente que no se encontraba en el lugar de los hechos.
            Estas personas, además de ser detenidas, vieron como sus nombres y sus rostros aparecían en la prensa, como se perseguía a sus familias y amigos, como se les injuriaba; perdieron sus trabajos, en algunos casos sus parejas y cuando finalmente se demostró su inocencia, pasaron, sin recibir disculpas, de los titulares de las primeras páginas a breves notas de rectificación en páginas interiores. 
          Un gran poder exige una gran responsabilidad y los que no respetan ese compromiso deberían ser incapacitados para su ejercicio.
           

martes, 25 de enero de 2011

Palomares, permanezcan tranquilos, sigue sin pasar nada.

           Hace 45 años, a causa de la colisión de dos aviones estadounidenses, cuatro bombas cargadas de plutonio y otros elementos altamente radiactivos cayeron sobre Palomares, en Almería. Las autoridades franquistas, presionadas por el Gobierno de EEUU no informaron a la población del riesgo que corrían si estallaban las bombas ni de los efectos de la radiación. Tampoco se suministró protección de ninguna clase a las personas del pueblo y a los guardias civiles que participaron en las labores de limpieza, protección que sí llevaba el personal estadounidense, (para los españoles que crean que son de raza blanca, y por tanto, ciudadanos de primera clase en el orden mundial, y que no puedan vivir experiencias como las de Palomares, se les recomienda como alternativa el pase por algún aeropuerto de EEUU o Canadá, donde si tienen la suerte de tropezar con el policía de aduanas adecuado, descubrirán, después de varias horas en un minúsculo habitáculo, rodeados de personas de distintas razas que, a pesar del pasaporte europeo, son “putos latinos”).

Después de 45 años, ya en presunta democracia, seguimos sin saber qué hacían esas bombas encima del territorio español, qué efectos han tenido sobre la salud de la población y sobre el medio ambiente de la zona. Pero todos tranquilos, la ciencia nos conforta: Juan Antonio Rubio, ex presidente del CIEMAT, que sin duda creía que las patatas y las zanahorias crecen en los árboles y que éstos carecen de raíces, ya informó en su día que el plutonio está debajo de la tierra y que si no se escarba no es peligroso; eso sí, habrá que hacer las casas sin cimientos. Por otra parte, la vida del plutonio sólo es de 24.100 años (ya falta menos para que desaparezca por sí mismo) y el que los vecinos lo presenten en la orina puede ser un buen negocio dado su elevado precio (Irán ya ha mostrado interés por la posible recolección).

miércoles, 19 de enero de 2011

Nos vamos quedando solos

Natalia Ginzburg escribió en 1962 un ensayo “Las pequeñas virtudes”, en el que recomendaba no enseñar a los hijos las pequeñas virtudes, sino las grandes, entre otras, la generosidad en vez del ahorro; el coraje y el desprecio por el peligro en lugar de la prudencia; la franqueza y el amor por la verdad en vez de la astucia; el deseo de ser y de saber en sustitución del deseo de éxito.
Durante mucho tiempo, creímos en que esas grandes virtudes podían mover al mundo y que cada paso adelante, cada conquista social y política era irreversible, pero en los últimos años la realidad nos ha ido despertando golpe a golpe. Los gobiernos occidentales, escudándose en la crisis económica y en los problemas de seguridad causados por el terrorismo, han aprobado medidas que restringen de manera escandalosa derechos y libertades, sin encontrar apenas reacción en una población anestesiada por unos medios de comunicación de contenidos alienantes e ideología mayoritariamente reaccionaria.
Entre la vulgaridad y el derechismo de la mayoría de los canales de la TDT, flotando en una cloaca de tele-tiendas, astro-canales, hagiografías de la presidenta de la Comunidad de Madrid o fascistas mancillando el nombre de la libertad, como una isla de independencia y calidad, CNN+ ofrecía un refugio en el que escuchar un editorial en vez de un panfleto, un debate en el que lo que se expusieran fuesen ideas y no descalificaciones o noticias que no se relatasen a instancia de parte. Lamentablemente, la han cerrado, supuestamente por razones económicas, aunque la cadena fue deficitaria desde sus comienzos y la productora la mantuvo siempre por cuestiones de prestigio. Requiescat in pace.